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Hay recetas que merecen hacerse en casa y una de ellas es la de la masa quebrada. En la actualidad, podemos encontrarla sin dificultades en los supermercados, pero, sin duda alguna, el sabor de la mantequilla de la masa quebrada casera es inigualable. Además, es tan fácil de preparar y está lista en tan poco tiempo que no tenemos excusa.

Y el punto diferencial de una buena masa quebrada lo da la mantequilla. Por eso, es importante optar por una de alta calidad como la de Pascual, en cuyo proceso de elaboración se apuesta por la tradición para mantener la naturalidad y autenticidad del sabor.

Con el fin de facilitarnos la tarea del cocinado, Pascual ha renovado recientemente sus formatos, lanzando una mantequilla en pastilla de 250 g, perfecta para recetas de repostería y para conservar fácilmente en la nevera.

El compromiso de Pascual con la sociedad es otro de los factores fundamentales para la compañía. Por eso cuenta con el certificado AENOR de bienestar animal, que garantiza los cuatro principios de buena alimentación, buen alojamiento, buen estado de salud y comportamiento adecuado para las necesidades de la especie.

Y, como la mejor manera de demostrar las palabras es con la práctica, aquí va una fácil y deliciosa receta de galette de pera, gorgozola y nueces, cuya base es una masa quebrada en la que la mantequilla y su sabor son los protagonistas. Pero antes…

galette de pera

¿Qué es una galette?

Su nombre francés nos puede llevar a confusión, pero nada más lejos de la realidad: la receta tradicional francesa de galette bretonne se prepara con una masa de crepe.

En cambio, esta propuesta de galette tiene su origen en Estados Unidos. Y es que la base no se trata de una crepe, sino de una masa quebrada, que enriqueceremos con azúcar si la utilizamos en una receta dulce.

galette de pera

Receta de galette de pera, gorgonzola y nueces

Ingredientes para la masa

  • 250 g de harina
  • 125 g de mantequilla fría cortada a cubitos
  • 50 g de azúcar
  • 70 ml de agua muy fría

Ingredientes para el relleno

  • 500 g de pera
  • 100 g de queso gorgonzola
  • 70 g de nueces
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharada de maicena

Ingredientes para la decoración final

  • 1 huevo

galette de pera

Cómo se prepara una galette paso a paso

Lo primero: la masa

En un bol amplio, combinamos la harina y el azúcar. Añadimos agua muy fría e integramos. Para finalizar, incorporamos la mantequilla también muy fría cortada en daditos. Mezclamos con la yema de los dedos hasta obtener una masa uniforme.

Formamos una bola con la masa y la colocamos sobre papel film; aplastamos ligeramente y creamos así un «paquete». Refrigeramos durante 20-30 minutos.

Preparamos el relleno

Pelamos las peras y las cortamos en cubitos. Las vertemos en un bol y añadimos sobre ellas el zumo de limón y la maicena. Mezclamos bien y, a continuación, añadimos las nueces troceadas y reservamos.

Antes de pasar al montaje de esta sencilla tarta, precalentamos el horno a 180ºC, batimos el huevo para pincelar y reservamos.

Montaje de la galette

Pasado el tiempo de refrigerado de la masa, la estiramos sobre papel de hornear con forma redonda. No es necesario que quede perfecta.

Colocamos el relleno de las peras y nueces en el centro de la masa, dejando unos centímetros de margen en el exterior para el cierre de la galette.

Espolvoreamos el queso gorgonzola troceado sobre el relleno; a continuación, vamos cerrando los bordes con las manos, creando pliegues en todo el contorno. La galette es una elaboración de aspecto rústico, por lo que no tiene por qué tener una forma concreta ni todos los pliegues han de ser iguales.

Solo queda el horneado

Con el huevo que habíamos batido y reservado, pintamos ligeramente la masa de la galette que hace de cierre. Horneamos a 180ºC durante 30 minutos y dejamos reposar un poco antes de servir.

galette de pera

Trucos y consejos para una galette deliciosa

La mantequilla y el agua, bien frías

En repostería, salvo que la receta diga lo contrario, los ingredientes deben estar a temperatura ambiente. Pues bien, esta receta de galette es una de esas excepciones: la mantequilla y el agua deben estar bien frías para poder preparar la masa.

Pintar con huevo

Hasta un gesto tan sencillo como pincelar con un huevo la masa de una galette o de cualquier otra receta tiene su miga: si lo batimos justo antes de emplearlo, su textura será demasiado líquida. Por eso, conviene batirlo con antelación y dejarlo reposar unos minutos: así será más fácil pintar con él cualquier superficie.

Otras recetas de galette

Esta receta, como el arroz, lo admite casi todo. En versión dulce o salada, si abrimos la nevera o la despensa encontraremos ingredientes perfectos para innovar con una galette.

Opciones saladas

A la hora de preparar la masa de una galette salada, debemos eliminar el azúcar de la receta. Sin duda, una opción exquisita es la galette de tomate. Sus contrastes agridulces, junto con unas hojas de albahaca y mozarella, convierten a esta propuesta en una cena muy sabrosa.

Otra posibilidad es preparar una galette de salmón, espinacas y gorgonzola. Esta combinación siempre es ganadora y su proceso es tan sencillo como rellenar el centro de la masa con salmón crudo desmigado, hojas de espinacas frescas y queso gorgonzola, introducir en el horno y disfrutar.

No puede faltar en nuestro recetario una galette de verduras. Calabacín, cebolla, tomates cherry y pimientos cortados en trocitos serán, junto a una buena masa casera, los ingredientes necesarios.

Para los más golosos

Frutas al poder. Las recetas de galette con frutas son casi infinitas. Una muy buena opción es utilizar fruta de temporada.

En verano, albaricoques y melocotones nos proporcionan un resultado tan rico como colorido. Por otro lado, la tradicional galette de manzana la podemos cocinar durante todo el año utilizando sus distintas variedades.

Por su parte, las versiones más exóticas, con mango y coco, piña y coco o plátano, son muy refrescantes. Y, para aquellos que busquen un contraste ácido, nada como una galette de frutos rojos.